lunes, 24 de enero de 2011

Vientre plano



 - Consejos para un vientre plano

¿Vas embutida vistas lo que vistas, te ves obligada a desabrochar el pantalón después de comer y estás hinchada como si estuvieses embarazada de cinco meses? He aquí las soluciones para conseguir una cintura de avispa y un vientre plano y todo ¡sin apretar el cinturón!


Revisa tu alimentación 
En la mesa, tienes que elegir bien lo que comes para no engordar y evitar que aparezcan los michelines.
Favorece: las proteínas animales (carne magra, aves de corral y pescado preferentemente al gril o al vapor, huevos), cereales enteros en pequeñas cantidades, verduras, raíces (zanahorias, rábanos), flores (col) y tallos (puerros), frutos secos y frutas frescas, chocolate negro, agua, té e infusiones.
Limita: los platos en salsa, frituras, la lactosa (leche, yogures, queso fresco), pan blanco sobre todo si es fresco, bebidas gaseosas y zumos, frutas farináceas, legumbres secas, chicles, caramelos, tartas, todo tipo de bollería, patés, arroz, sémola... con mesura.
Come: a horas fijas, sentada y con calma, tomándote tu tiempo (¡deja que los cubiertos descansen de vez en cuando!) y mastica de 10 a 15 veces cada bocado para tener una buena digestión. Inclínate por los platos cocidos (con poca o sin materia grasa) en lugar de crudos, añade poca sal, queda prohibida la comida rápida (sándwich, bollería, bebidas con gas) y picotear entre horas (cada vez que comes algo, el proceso digestivo se activa).

Muévete como es debido 
El ejercicio físico es imprescindible para obtener un vientre plano
: permite quemar las calorías, por lo tanto, quemarlas localmente, enfundar la cintura abdominal y mejorar la postura. Además, supone un masaje natural para los órganos digestivos que favorece la asimilación y eliminación de nutrientes.
Practica un deporte de fondo. La marcha, el jogging, la natación, el ciclismo o el patinaje son actividades aeróbicas: a partir de los 40 minutos a velocidad moderada, el organismo extrae energía de las reservas de grasa del cuerpo. La mejor arma contra los michelines: practicar uno de estos deportes 2 ó 3 veces por semana durante una hora.
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Haz abdominales. Quien dice vientre plano, dice cintura abdominal tonificada y entallada. Para esto, se deben realizar ejercicios que requieran los músculos abdominales para alargarlos y tonificarlos, es decir, para que no se hinchen. 10 minutos todas las mañanas y ¡tableta de chocolate y cintura de avispa garantizadas! (Ver la ficha práctica abdominales).
Trabaja tu postura. Ya sea practicando regularmente una actividad como el Pilates, el yoga, el aquagym o la danza; ya sea simplemente manteniéndote recta (tanto sentada como de pie conseguirás una relajación abdominal).

Relájate 
El vientre es el receptor central de la esfera mental, nuestro "segundo cerebro" como lo llaman algunos. En caso de malestar, shock emocional, depresión o estrés, la energía se bloquea en los distintos sistemas y causa dolores, gases y problemas digestivos. Por lo tanto, hay que cuidarse:
Respira, pero de verdad. De pie o tumbada boca arriba, practica la respiración abdominal: coloca una mano extendida sobre el vientre y respira. Después abre la caja torácica, luego el abdomen y bloquea el aire. Expira en el mismo orden.
Masajéate. Para desanudar los nudos, calmar los dolores y activar la circulación, masajea y palpa el vientre siempre en la misma dirección que las agujas del reloj e insistiendo en los puntos sensibles.

Plantas 
Disponibles en forma
 de cápsulas, tisanas o comprimidos, muchos complementos alimenticios pueden ayudar a conseguir un vientre plano. Algunas plantas tienen propiedades que ayudan a aligerar:
Las hinchazones: carbón vegetal, arcilla blanca, comino, hinojo.
Las digestiones pesadas: alcachofas, fumaria, fumeterre, boldo, rábano negro.
El estreñimiento pasajero: Fucus, granos de lino.

Cada vez existen más complejos de plantas y otras sustancias que tienen estas mismas propiedades.

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